Historia Art Decó Casablanca

Mi memoria se debilita al tiempo que mis recuerdos de Casablanca desaparecen por la acción de los propietarios y de las autoridades marroquíes dispuestas a demoler todos los edificios históricos que acompañaron mi infancia y adolescencia.

Casablanca, la ciudad en la que nací y crecí, se desmorona y se destruye por intereses urbanísticos especulativos.

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Hace unos meses, un edificio colindante al que vivieron durante años mis abuelos, mis padres y una servidora, conocido como Inmueble Piot-Templier, construido en 1922, en un estilo neo-morisco y art decó, fue demolido por orden de las autoridades y con el beneplácito del propietario. En la misma acera, el edificio Bessoneau (Edmond Brion, 1930) y enfrente de éste, el Hôtel Lincoln (Hubert Bride, 1917) esperan su turno. Desgraciadamente no son los únicos edificios representativos de la época colonial de Casablanca sobre el que pesa una amenaza de demolición. Desde hace unos años, varios colectivos luchan por la defensa y conservación del patrimonio arquitectónico de Casablanca erigido a principios del siglo XX y se apresuran a inscribir todos estos edificios en el inventario de monumentos históricos con el fin de protegerlos de los derribos.


                         
  






Historia del urbanismo de Casablanca.

A principios del siglo XX, Casablanca es un laboratorio de urbanismo y de arquitectura. En toda la ciudad, pero sobre todo en el centro, se pueden apreciar las fachadas de los edificios construidos a principios del siglo pasado: ornamentos neoclásicos, motivos de tipo art-decó y art nouveau influidos por la estética de los movimientos artísticos del siglo XX europeo y por la incidencia del estilo marroquí.


La Historia de este pasado colonial empieza a principios del siglo XX

En 1907, la ciudad de Casablanca es llana y fea, sin carácter, sin monumentos aunque blanca. La blancura de sus murallas, de sus terrazas, de sus mezquitas deslumbran la vista pero en cuanto se franquea las puertas de la ciudad antigua con sus callejas sinuosas, sucias y malolientes, sin esculturas ni mosaicos, el desencanto se apodera de los nuevos visitantes. 


La ciudad está rodeada de una murallas blancas flanqueadas por cuatro puertas : Bab Marrakech, Bab Rhea, Bab el-Mersa y Bab es-Souk (Gran Socco), que albergan en su parte exterior, la Medina, el Mellah y el Tnaquer. La Medina es la ciudad burguesa y comerciante, con sus tiendas polvorientas y sucias, con sus casas cúbicas construidas al estilo español con terrazas y miradores desde los que se puede ver el puerto y el campo y donde viven los cónsules, los notables marroquíes y los comerciantes europeos. Unas cisternas recogen el agua de lluvia aunque una parte del agua es traída en burros desde fuentes cercanas. Al sureste, está el Mellah o barrio judío donde se mezclan casas burguesas y chabolas. Al noroeste, el Tnaker, el barrio de los proletarios musulmanes, los que no tienen casas, sólo unas tiendas confeccionadas con juncos. En cuanto a los judíos, población de artesanos y prestamistas, se han instalado al este de la ciudad.

Fuera de las murallas, en la Plaza de Francia que alberga un mercado al aire libre desordenado y sucio, se van construyendo los primeros edificios y comercios. Hacia finales de 1911, la población francesa ha crecido y la edificación se multiplica. Cuando el 30 de marzo de 1912 se firma el Tratado de Protectorado con Francia, Casablanca todavía no es una ciudad sino un campamento donde reina la suciedad y el desorden ya que todavía no hay nada fuera de las murallas de la Medina
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Durante más de medio siglo, desde el inicio del Protectorado francés en 1912 hasta después de la Independencia en 1956, en Casablanca se inicia, una frenética labor urbanística y arquitectural.


A partir de 1912, el General Lyautey, nombrado primer residente general de France en Marruecos recurre a los arquitectos más innovadores para edificar esta nueva ciudad. El arquitecto Prost se hace cargo del urbanismo de Casablanca adaptando las reglas del urbanismo más moderno. Otros dos famosos arquitectos Laforgue y Laprade se unen a él pero serán unas decenas de arquitectos franceses –desde Marius Boyer a Alexandre Courtois, de Edmond Brion a Georges Candilis y otros- los que convertirán Casablanca en un terreno de experimentación.

A la innovación urbanística se le une la innovación estética y los estilos neo-morisco y neoclásico que viene de Alemania (el Bauhaus y la estética o artesanía industrial). Los arquitectos encuentran también en la arquitectura tradicional marroquí una correspondencia con el movimiento cubista (techos, terrazas, …) y en la artesanía local (azulejos, hierros forjados) los elementos de decoración propios a la arquitectura Art-Decó y Neo-árabe.

Los primeros edificios construidos a partir de principios de los años 10, dentro o fuera de las murallas de la Medina, poseen un decorado relativamente discreto, luego poco a poco aparecen edificios que se podrían clasificar en tres categorías:
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    a) La primera es un neoclasicismo con decoraciones múltiples.
   b) La segunda puede asemejarse al Art-Nouveau similar a lo que se podía encontrar en Europa en la misma época: angelotes y otras cestas de frutas puestas en las fachadas, capitales, pilastras.
-  c) La tercera busca en el repertorio arquitectónico, decorativo y artesanal marroqui y lo introduce en formas  y espacios modernos.

Hotel Volubilis - Arquitecto Marius Boyer (1920)

La arquitectura de Casablanca es una arquitectura plural pero al mismo tiempo una arquitectura de su tiempo. Se construye Neo-Clásico y Art-Nouveau en Casablanca como en Europa en los años 10. Y se construye Art-Decó a finales de los años 20 con aportaciones de la artesanía neo-árabe. Sin embargo el estilo neo-árabe asociado al periodo francés es utilizado en Casablanca casi exclusivamente en los edificios públicos y contenien tanto elementos Art-Decó como elementos tradicionales.

Palacio de Justicia
Marrast entre 1920 y 1923

Wilaya, ex Ayuntamiento
Prost y Marast enttre 1914 y 1920

En los años 30 proliferan los edificios blancos. Las decoraciones son raras, los edificios son más altos, más octogonales y más simétricos. El Art-Decó se vuelve más geométrico, más purificado. Los mosaicos, los decorados añadidos, las barandillas y las formas de los balcones son una expresión de esa tendencia.. Los arquitectos conceden mayor importancia a los espacios exteriores tales como balcones, miradores, terrazas y galerías que a los decorados. El decorado se manifiesta en las entradas de los edificios, las puertas de hierro forjado, los suelos, los alumbrados, los espejos, las barandillas de escalera.

Nota: El Art-Decó es un movimiento artístico cuyo nombre proviene de la Exposición Internacional de las Artes Decorativas Industriales y Modernas que se celebró en Paris en 1925. Nació tras la Primera Guerra Mundial muy influenciado por la arquitectura. Este término Art-Déco se empezó a usar en los años 60 para designar un estilo tradicional e innovador. Se sitúa en la prolongación del Art Nouveau aunque sus formas son más simples y apuestan más por formas geométricas rectas más propicias a la producción en serie.



El cine Rialto donde se proyectaban Ciclos de Películas españolas

2 comentarios:

  1. Precioso texto, remembranzas notablemente valiosas. Gracias por compartir imágenes, nostalgia y recuerdos. Lamento la pérdida del edificio patrimonial. Los que realizan esas demoliciones borran páginas de historia insustituibles, es como si incendiaran los tomos de una magnífica biblioteca. Cuanta ignorancia de parte de esos destructores tan viles.

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  2. Gracias por tu comentario y por compartir tus impresiones sobre unas actuaciones que sólo demuestran la falta de cultura y de sensibilidad de las autoridades que anteponen la especulación a la salvaguardia del patrimonio urbanístico y artístico de este país.

    Me ha encantado la comparación "como si incendiaran los tomos de una magnífica biblioteca", bonita y tremenda imagen.

    Toda creación artística es un tesoro a proteger y a conservar.

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